lunes, 25 de febrero de 2008

Reportaje a Woody Allen (extracto)

-¿Qué filósofos siente que le hablan cuando los lee?

-Los más interesantes pueden ser los filósofos alemanes, aunque es bastante interesante cuando se lee a Platón por primera vez. Desde un punto de vista artístico, es divertido. Lo mismo con Nietzsche. Es divertido. Encuentro a Hegel aburrido y uno avanza trabajosamente con él. Pero lo que te mata está muy profundo; los que tienen más sentido para mí resultaron ser los filósofos racionalistas y pragmáticos que básicamente son más grises, pero con los que es más difícil discutir. Al final, mucho de Bertrand Russell tiene más sentido y resuena mucho más profundamente conmigo, aunque él no es ni de cerca tan divertido o interesante como, digamos, Camus, Jean Paul Sartre o Nietzsche, que son más dramáticos y se preocupan más por asuntos de vida y muerte y hablan sobre esos temas de maneras muy escabrosas.

-¿Alguna vez se ríe de su propios chistes cuando los escribe?

-Sí, todo el tiempo. Y a menudo no coincide con aquello con lo que la gente se ríe. Escucho un chiste por primera vez cuando lo escribo o cuando lo digo. Estoy en una habitación y escribo el chiste o lo digo en voz en alta a medida que sale de mi inconsciente, así que lo escucho y me río como si lo contara un extraño.

- A medida que uno envejece aparece la palabra “Legado”

-Personalmente, no tengo interés alguno por un legado, porque soy un firme creyente de que cuando estás muerto, nombrar una calle en tu honor no ayuda a tu metabolismo. He visto lo que pasó con Rembrandt y Platón y toda esa linda gente. Simplemente están enterrados. Quizá deje un pequeño legado financiero para mis chicos, no la gran cosa, pero cuando esté muerto no me preocupa ni por un segundo si toman todas mis películas y negativos y simplemente las tiran por la alcantarilla. El gran Shakespeare no está mejor que un vago sin talento que escribió obras en la Inglaterra de Isabel y no logró que se las produjeran y cuando lo logró vos te marchaste del teatro. No es que crea que carezco totalmente de talento, pero no tengo el suficiente para lograr que mi sangre siga circulando cuando me llegue el rigor mortis. Así que el legado no me importa en absoluto. Lo expliqué mejor con un chiste: “Más que vivir en los corazones de mis hermanos, preferiría vivir en mi departamento”.


Annie Hall - Woody Allen (introducción de la película)


(No vale quejarse si uno no es políglota. Estamos en el mundo del mañana, los idiomas extranjeros son tan necesarios como un reloj con calculadora)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un verdadero genio Woody Allen, simple, ácido, crítico y reflexivo. Muy buena selección de entrevista. Y muy bueno el blog.

G.